

Lupanar
El guardia os saluda y os deja avanzar.
Dentro del local, cada alfarera o alfarero trabaja separado del resto, en pequeños cubículos cubiertos con telas rojas. A nadie le gusta que le molesten mientras moldea una pieza nueva. Un fuerte olor a incienso, suponéis que para tapar el olor del barro, y un suave hilo musical ambientan el resto.
Un grupo de franceses está armando un auténtico escándalo en el salón principal. Tanto que apenas se escuchan ya los ruidos de los tornos. Os acercáis a preguntar por Omelette Au Fromage.
-¿Has visto, Pierre? ¡Mira que pintas más gidículas tienen esos pigatas!
-Muy gidículas, sí, Antoine. ¿Tú les ves pintas de galos, Amélie?
La tal Amélie se dedica a sonreír de una forma muy rara.
-Ya suponía yo que no. Ohohohohoho -ríe Pierre en francés.
-Ohohohohoho -ríe Antoine en francés.
Amélie se dedica a sonreír de una forma muy rara.
-Migad -dice Antoine inclinándose hacia vosotros-. Los galos no somos pgesisamente populages aquí. Así que solo compagtimos nuestga infogmasión con otros galos. De sangge o de espigitu. ¡Sentaos a jugag! ¡Demostrag seg galos y nos abgigemos a vosotgos!
Los franceses están jugando al Black Jack, aunque las cartas tienen palos muy extraños: croissants, baguettes, banderas blancas y quesos sustituyen a las picas, rombos, corazones y tréboles.
Reparten una mano. Debéis tener el número más cercano a 21 sin pasaros. Dieces, jotas, damas y reyes tienen un valor de diez. Los ases pueden tener dos valores diferentes: uno u once. A cada jugador se le reparten dos cartas boca arriba y una boca abajo.
Pierre tiene un ocho y un seis.
Antoine tiene un siete y un ocho.
Amélie tiene una sonrisa muy rara. Y en la mesa, un siete y un seis.
Vosotros tenéis en la mesa dos sietes. ¿Qué carta podéis tener en la mano para alcanzar la máxima puntuación posible, sin pasar de 21?
Pincha en las cartas para introducir tu respuesta.