La polvorienta taberna “El Abrazo del Barquero” os da la bienvenida. En ella, un montón de gente canta canciones mientras sostiene, o al menos lo intenta, una copa en alto. Es el lugar perfecto para divertirse un rato después de una larga travesía por el mar.
El tabernero os saluda y os ofrece una de las mesas libres. Está algo sucia, e incluso mojada por sus anteriores huéspedes. El suelo está algo pegajoso y la luz brilla (o más bien no brilla) por su ausencia. Pero no importa. Es mejor que nada. Poco después el corpulento señor de la taberna os acerca unas jarras para que saciéis vuestra sed.
La gente a vuestro alrededor, brinca, se pelea, chilla, canta y baila. El follón es considerable pero incluso entre el ruido sois capaces de distinguir una conversación privada que ocurre en la mesa de al lado, donde un grupo de piratas de otra tripulación habla mientras beben lo que parece la cuarta o quinta ronda.
-¡Como os lo digo! Compartí una noche de taberna con un miembro de la tripulación del “Espectro” y me lo contó todo.
-¿Qué te contó?
-Las Mil Tormentas existen. Él me confesó que Benjamin El Malquemado, estaba muy cerca de conseguir la ruta hacia el archipiélago de las Mil Tormentas. Y ya sabéis que cuentan sobre esas islas.
-¿Qué cuentan?
-Todas las leyendas son ciertas. El que encuentre la ruta podrá cubrirse de oro, y además conocerá el origen de todos los sucesos extraños que han ocurrido en los últimos años.
-¡Palabrería! Si todo eso es verdad, ¿por qué Benjamin no consiguió la ruta?
-Porque la maldición de la Noche Triste cayó sobre ellos.
-¡Bobadas!
-¡Es verdad! Lo juro. Lo ví justo ahí, en aquella mesa.
El tabernero os trae la segunda ronda interrumpiendo el diálogo de aquellos piratas. Con el runrún de lo escuchado, no podéis evitar preguntarle por ese pirata de la tripulación del Espectro que contaba lo sucedido a su capitán Benjamin.
-¿Un hombre de la tripulación del Mal Quemado? Supongo que os referís a Syd “El Rufián”. No le encontraréis por aquí. Anoche tuvimos una gran pelea en El Abrazo. No ha dormido esta noche en su casa. Lo encerraron en los calabozos. Dudo mucho que os dejen sacarle de ahí. La cárcel está controlada por el gobernador Pyke, y ese no se anda con tonterías.
Es hora de comenzar la aventura. No hay límite de tiempo, pero seguro que hay más tripulaciones tras el oro de Benjamin El Malquemado y la ruta secreta hacia las Mil Tormentas.
RECUERDA:
Las contraseñas serán números (Escritos generalmente) o letras, siempre en MAYÚSCULAS Y SIN TILDES (desde Azarkia Rol en Vivo pedimos perdón a la RAE), sin espacios ni guiones. Una vez escrita la contraseña, os llevará a otra estancia o el objeto se abrirá para los jugadores. Así obtendréis pistas para continuar el viaje y distintos objetos. Los objetos pueden tener un número (u otra cosa) escrito encima. Eso será lo que se deba introducir como contraseña para abrir la puerta que corresponda o interactuar cuando proceda. Es buena idea anotar el nombre y código del objeto en un papel, o guardar una imagen del mismo, pues serán necesarios más adelante.
En algunas estancias podéis encontrar PISTAS. Las pistas pueden ser de utilidad si os quedáis atascados/as, sin embargo penalizan en 5 minutos el tiempo del grupo. Tened cuidado, pues son acumulativas.